Obras en las que Heitor Villa-Lobos utilizó el saxofón:
- Los Chôros. Representan una nueva forma de composición musical en la que se sintetizan las diferentes modalidades de la música brasileña, india y popular, que tienen por principales elementos al ritmo y a cualquier melodía típica de carácter popular que aparece de vez en cuando, accidentalmente, siempre transformada según la personalidad del autor. Los procedimientos armónicos también son casi una total estilización del original. Fueron escritos entre 1920 y 1929, es decir, un período comprendido en su estancia europea. Se trata de un repertorio popular filtrado a través de un marco culto para difundir esta composición más allá de la América latina.
- Chôros nº 3. Escrito en 1925 para clarinete, saxo alto, fagot, tres trompas, trombón y coro de hombres a cuatro voces. También puede ser tocado, como especifica el autor, bien como septeto de vientos, sin las voces, bien como un coro a cappella (pues la escritura instrumental se limita a doblar la de las voces).
- Chôros nº 7. Titulado Settimino. Compuesto inmediatamente después del segundo (1924), requiere flauta, oboe, clarinete, saxo alto, fagot, violín y violonchelo, con intervención de un tam-tam al final del fragmento. Se notan las influencias que pudieron marcar a Villa-Lobos durante sus años parisinos, en especial, la de las Pequeñas Sinfonías de Milhaud en cuanto a la escritura instrumental y la de La consagración de la primavera de Stravinsky en cuanto al aspecto repetitivo e incantatorio del ritmo y a la tendencia a la yuxtaposición.
Pulsa sobre la imagen y escucharás el disco "Chamber and Choral Works"
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